Un Ecampus ayuda a los profesionales de la salud a identificar mejor los casos de inseguridad alimentaria en los niños.
Dana West se sentó en el consultorio del pediatra con sus dos hijos a cada lado y sintió que su fachada de “puedo hacer de todo” se derrumbaba lentamente. Solo fue necesaria una simple pregunta.
“No quería admitir que no podía darle a mis hijos todo lo que necesitaban. Era una mamá demasiado orgullosa”, dice West, una madre soltera de Portland, Oregon. “Cuando su médico me preguntó si les daba a mis hijos todo el alimento que ellos necesitaban, me quebré.
“Y en realidad fue en ese momento cuando las cosas comenzaron a mejorar”.
Provistos de información nueva sobre un curso gratuito que ofrecía en línea el Campus extendido (Ecampus) de la Universidad del estado de Oregon, el cual fue desarrollado por un montón de expertos médicos, los proveedores de atención médica en todo el estado y más allá pueden identificar mejor los casos de inseguridad alimentaria y hambre en los niños. Este es el producto de un mayor esfuerzo por hacer preguntas de revisión médica y brindar los recursos adecuados a los pacientes.
Y aunque es demasiado prematuro declarar que los problemas con el hambre están disminuyendo, algunos médicos se consuelan con el hecho de que el descubrimiento de más casos es algo bueno porque, al igual que el caso de West y sus hijos, aún es un tema que generalmente se pasa por alto en la clínica y en el hogar.
“Mucha gente en el campo médico no sabe que la inseguridad alimentaria en la niñez es muy frecuente y que tiene consecuencias médicas y psicológicas reales para un niño en desarrollo”, dice Charlotte Navarre, enfermera titulada y miembro de la facultad en el Programa de Residencia en Medicina Familiar (Family Medicine Residency Program) del Hospital Providence Milwaukie. “El curso aumenta la conciencia y trata los temas médicos para que los doctores puedan sentir que están informados e puedan indicar a las familias en riesgo los valiosos recursos de la comunidad”.
El curso de cinco módulos (Inseguridad alimentaria en la niñez: impacto, detección e intervención de la salud) fue desarrollado en el 2008 por la Iniciativa sobre el hambre en la niñez (Childhood Hunger Initiative) de Oregon, con representantes del Banco de alimentos de Oregon, Kaiser Permanente, la Universidad de salud y ciencias de Oregon, el Servicio de extensión de la OSU, el Grupo de Trabajo de Oregon para Ayuda contra el Hambre y la División de Salud Pública del estado.
Los profesionales de la salud aprenden a hacer preguntas sensibles relacionadas con la inseguridad alimentaria para poder proveer a sus pacientes con intervenciones adecuadas y acceso a los recursos alimentarios y a los trabajadores sociales calificados. Navarre fue uno de los tantos expertos que revisaron el curso en línea en su etapa de desarrollo, e instantáneamente lo incluyó como requisito para todos los residentes de primer año en la capacitación de especialidad en medicina familiar de tres años en Providence Milwaukie.
Desde entonces, dice, el hambre en la niñez se ha tratado de una manera mucho más eficaz luego de “años de no tener importancia para nadie”.
“Vemos niños que son enviados a la clínica desde la escuela porque tienen problemas de conducta, y se les pregunta sobre trastornos en el aprendizaje”, dice Navarre. “Hacer una pregunta estándar de revisión médica (inseguridad alimentaria) es una pieza del rompecabezas, porque a los niños que tienen hambre no les suele ir bien en la escuela. Es difícil concentrarse y prestar atención si tienes hambre. Tenemos que luchar contra eso”.
Por otro lado, la lucha nunca ha sido más relevante. A fines de agosto, Feeding America, una organización nacional de banco de alimentos con base en Chicago, publicó su estudio “Map the Meal Gap” (“Acotar la brecha alimentaria”), el cual demostró que Oregon tenía el índice más alto de inseguridad alimentaria en la niñez de todo el país. El estudio reveló que un asombroso 29,2 por ciento de los niños del estado tienen un acceso irregular a los alimentos nutritivamente adecuados o seguros.
Esa es una noticia desconcertante para Anne Hoisington, especialista en educación alimentaria de la Universidad Estatal de Oregon (OSU) y una de las creadoras del curso Inseguridad alimentaria en la niñez. Pero ella encuentra motivos para ser optimistas: Los registrados de casi 40 estados han realizado el curso desde su comienzo, colocando el tema en primer plano y proporcionando a los profesionales los conocimientos necesarios para aumentar la seguridad alimentaria entre los niños.
“Una vez que la gente complete el curso, se sentirán inspirados para realizar cambios en sus prácticas. Eso es evidente a partir de los comentarios que hemos recibido” dice Hoisington. “Y debido a la cantidad de interés en el curso, hemos recibido fondos adicionales de la gobernación para crear juegos de herramientas a fin de que los proveedores tengan más materiales a mano”.
“Al final, ayudará a nuestros pacientes a tener una vida más sana”.
Y West y sus dos hijos son la prueba de que funciona.
“Es mi responsabilidad cuidar a mis hijos, pero no sabía qué otras opciones tenía”, dice West. “Necesitaba ayuda, y ellos me indicaron la dirección correcta. No puedo agradecerles lo suficiente”.
El curso de Ecampus de la OSU está financiado por el Departamento de Servicios Humanos de Oregon, la Universidad de salud y ciencias de Oregon (OHSU), el Servicio de extensión de la OSU, el Banco de alimentos de Oregon y los Sistemas de salud de Providence.
Recursos de inseguridad alimentaria
Socios para un Oregon sin hambre
Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP)